domingo, febrero 10, 2013

Y Rafael Blazquez vale más que todos los tertulianos juntos.


Si la intervención de Ada Colau como portavoz de la PAH a la que me refería en la entrada anterior me parece imprescindible, no quiero dejar sin mencionar la intervención del portavoz de la plataforma Stop Deshaucios, Rafael Blazquez, en el programa de La Sexta, "La sexta noche", de ayer sábado.

Rafael nos habla como compañero y amigo de Francisco J. Lama Breton que se suicidó la semana pasada al no poder aguantar más la carga de su deshaucio. Nos trae a la pantalla la lucha de la gente que es expulsada de su casa y que quedan además ahogados por unas deudas que le perseguirán de por vida, califica lo que tanta gente está sufriendo como tortura y los suicidios en que estos dramas acaban como simples asesinatos.

Advierte Rafael a los miembros del PP al respecto de la votación del la Iniciativa Legislativa Popular de la semana que viene. Avisa que si la rechazan habrán perdido la poca legitimidad que les queda, que se llamará a la desobediencia civil y que tendrán que responder ante el pueblo.

Si Ada tuvo su contrapunto en forma de rebuzno por parte del presidente de la Comisión de Economía del congreso, Rafael la tiene en forma de mirada de superioridad displicente de Francisco Marlhuenga, director de ese panfleto denominado "La Razón". Si veis el programa completo asistiréis a como el susodicho Marlhuenga contesta con mucha altanería a alguien del público que le increpa tras alguna de sus nauseabundas intervenciones, y le dice algo así como que tiene una buena casa porque él ha estudiado. Es evidente que para Marlhuenga, como para ese grupo de ricos y privilegiados que ven la crisis desde lo lejos y dan todo su apoyo a un gobierno que sí les representa, sus prebendas están bien ganadas y merecidas, al igual que lo están las desgracias de esos vagos, incompetentes y fracasados que ahora andan llorando por algo de lo que solo puede culparse a ellos mismos.

Y yo no se si seré muy demócrata y tolerante, seguramente no, porque solo estaba deseando ayer que Rafael se levantara y le soltara a Marlhuenga una bien merecida bofetada. Y la famosa frase de Steinbeck me viene a la cabeza una y otra vez como aviso para todos los Marlhuengas y sus amos:

"Las uvas de la ira están engordando en las almas de las personas y se vuelven cada día más pesadas, listas para la vendimia."

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